Estas seis letras siguen causándonos respeto a pesar de estar tan próximas a nuestras vidas: la mayoría de nosotros conocemos a alguien que padece o ha padecido la enfermedad. Aun así siguen quedando muchas dudas en el aire, muchos mitos que la rodean y tabúes que necesitan romperse para pronunciar sin miedo la palabra»cáncer».
El cáncer es una enfermedad provocada por la proliferación sin control de células anormales que pueden invadir y destruir otros tejidos. Existe la posibilidad de que se extiendan a otras partes del cuerpo por el sistema sanguíneo y por el sistema linfático. La célula es elemento más simple de dotado de vida propia y está compuesta por un núcleo en el que tenemos el ADN. La función normal de una célula es dividirse y de esta manera, dividiéndose también su estructura, formando nuevas células (mitosis). Pero este proceso conlleva un ritmo limitado y unas zonas concretas, es decir, las células del pulmón no crecen en el riñón.
¿Qué ocurre cuándo se desarrolla un cáncer?
La célula normal pasa a ser cancerosa cuando hay una mutación o cambio en el ADN. Estas adoptan un aspecto diferente bien sea por su forma o por el tamaño de su núcleo y, además, crecen muy rápidamente y sin control. Al formase un gran número de células cancerosas, estas se amontonan y generan un exceso de material genético que es lo que llamamos tumor. Los tumores no necesariamente tienen que ser malignos, algunos son benignos y con una simple intervención desaparecen y no se extienden por otras zonas del cuerpo. Sin embargo, los tumores cancerosos sí pueden expandirse por otras partes del cuerpo a través de la sangre o la linfa generando lo que se conoce como metástasis.
Existen más de 100 tipos de cáncer que toman el nombre del órgano o de las células donde nacen (si empiezan en el colon, se llamará cáncer de colon) pero se pueden clasificar de manera genérica. El origen de cada uno puede ser muy variado pero las principales causas suelen ser de tipo hereditario, virales, radiaciones, productos químicos, factores inmunes, factores ambientales, alimentarias, consumo de alcohol y tabaco, etc..
Anabel Sánchez, técnico de imagen para radiodiagnóstico
Para su diagnóstico se utilizan las mismas pruebas que para cualquier otra enfermedad: analíticas, pruebas de imagen y estudios de tejidos. En las primeras fases de la enfermedad, el cáncer es asintomático y por ello no siempre es posible detectarlo a tiempo.
Anabel Sánchez, técnico en imagen para radiodiagnóstico, convive a diario con personas afectadas por la enfermedad. En muchas ocasiones los pacientes no tienen ninguna sintomatología que les hiciera pensar que están padeciendo un cáncer y gracias a las pruebas de imagen (tac, radiografía, ecografía…) se pueden detectar y empezar a tratar desde un comienzo. Por ello, su consejo y el de cualquier especialista es acudir a las revisiones anuales y, por supuesto, ante cualquier síntoma extraño no demorar la visita ni auto-medicarse.
Cuando se desarrolla un cáncer se suelen aplicar los siguientes tratamientos: quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia. Estos pueden combinarse ya que la quimioterapia es un tratamiento más general normalmente intravenoso u oral a través de comprimidos y la radioterapia es más local a través de radiaciones. Es cierto que la inmunoterapia no es algo muy habitual ya que suele practicarse en pacientes que no toleran los otros dos tratamientos por alergias ya que está basado en compuestos naturales.
Sea cual sea el tratamiento, todos son muy agresivos y tienen unos efectos secundarios tales como náuseas y vómitos, debilidad, caída del cabello, bajada de defensas, anemia, sangrado o moratones, cambios de apetito y peso… Pero hay que recordar que todas las personas lo tienen ni en el mismo grado de intensidad.
FUENTES:
Texto: Propio, elaborado a partir de la entrevista a Anabel Sánchez y de la página AECC
Imágenes: Propias, subidas a mi cuenta de Flickr (incluido también el gráfico)
Vídeo: Propio, subido a mi canal de Youtube. Usuario Calliopexix
Autor: Raquel Echevarría Luque
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